Nueva alerta en tres provincias gallegas por viento y fuertes precipitaciones

nicolás pose REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Peregrinas, este jueves, a su paso por San Lázaro, en Santiago, protegiéndose de la lluvia
Peregrinas, este jueves, a su paso por San Lázaro, en Santiago, protegiéndose de la lluvia PACO RODRÍGUEZ

Tras dos días de intensas lluvias y tormentas, el calor volverá a la comunidad

03 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque Galicia registró un marzo ligeramente frío, con una media de 13,4 grados de máxima, la provincia de Ourense rozó su récord histórico de temperatura para este período del año. Y ya lo dice el refranero popular: cuando en marzo mayea, en mayo marcea. Arrancó el mes el miércoles con frío, lluvia e incluso nieve en cotas bajas —hasta los 800 metros—, y así seguirá, al menos, hasta el lunes próximo, cuando se espera que los cielos comiencen a despejarse y llegue el calor.

La borrasca que nos acompaña y que continuará dejando abundantes precipitaciones, especialmente a últimas horas de la tarde de hoy y el sábado, ha dado cierre a un mes de abril que, a falta de datos definitivos, la Agencia Estatal de Meteorología considera como uno de los más cálidos de la serie histórica española.

El río atmosférico que está transportando humedad sobre el oeste peninsular seguirá provocando lluvias, que llegarán a los 40 litros por metro cuadrado en la zona oeste y sur de la provincia de A Coruña y en el interior de la de Pontevedra. En comarcas como Santiago, Barbanza o la zona de las Rías Baixas pueden alcanzar los 60 litros, y en ciertos puntos concretos rozarían los 100 litros por metro cuadrado. De hecho, se ha activado aviso amarillo por lluvia y viento para hoy en las zonas costeras de Lugo, A Coruña y Pontevedra. En estas dos provincias atlánticas, las precipitaciones fuertes alcanzarán algunos concellos de interior, al margen de la zona litoral. El aviso por lluvias se mantendrá el sábado en el área suroeste de A Coruña y en buena parte de municipios de Pontevedra.

Estos últimos días de precipitaciones estarán acompañados de un cambio significativo de las temperaturas, gracias a la circulación del viento del suroeste, sobre todo el lunes. Por tanto, estas nieves del cuco, como se conoce a este fenómeno habitual de nevadas tardías en la primavera, volverán a cotas superiores a los mil metros desde hoy mismo, y el sol regresará para ganar terreno de forma progresiva.

Esta tregua del mal tiempo no durará mucho. Según las previsiones de MeteoGalicia, tan solo una semana después de cesar la lluvia, la temperatura bajará a valores habituales propios de la primavera, y el viento cambiará al norte, creando una diferencia térmica de hasta cuatro grados entre la mitad norte y el sur de la comunidad. El calor puede que aguante un poco más en la provincia de Pontevedra, pero las precipitaciones esporádicas aparecerán en el mes de mayo y continuarán hasta su final, en una dinámica esperable y propia en la época primaveral, a pesar de que una de las anomalías climáticas agravadas en los últimos años son los cambios climáticos cada vez más bruscos. Todo esto, después del invierno «más cálido de la serie histórica, empatado con el de los años 2019-2020», según recoge el informe climático elaborado por la Aemet.

Un verano más «normal» en comparación con los registros de años anteriores

Aunque las predicciones aún están lejos de ser definitivas y completamente fiables, las primeras observaciones de Meteored sobre el próximo verano indican que, al igual que en estos años anteriores, las temperaturas serán ligeramente superiores a la media habitual en toda la Península, de unos 23,4 grados.

Si bien sigue siendo anómala, esta temporada estival podría ser de las más «normales» de los últimos años, sin llegar a los récords que marcaron el verano del año 2022 —el más caluroso desde 1961 (el inicio de la serie histórica) y uno de los diez más secos de su serie de datos— y el del 2023, que fue el tercero más caliente, tanto en España como en Galicia.

Al menos en el caso de Galicia y el noroeste peninsular, se prevé, según Meteored, que los termómetros puedan oscilar entre 0,5 y 1 grado por encima de la media estatal. Sin embargo, en el este y nordeste de España, el desfase puede ser mayor, de entre 1 y 3 grados más de lo que sería esperable en estos meses.

En cuanto a precipitaciones, la Aemet espera un verano ligeramente más seco, aunque al menos en la parte del oeste peninsular la lluvia debería estar cerca de los valores habituales del este período y no llegar a los extremos del 2022 y el 2023.

Cataluña estudia la opción de reducir las restricciones por la sequía

Cataluña ha tenido un respiro en la grave sequía y, aunque las reservas de agua no están recuperadas, la lluvia ha elevado del 18 al 21 % el nivel de los pantanos y cuencas internas. Gracias a esto, el Gobierno catalán valora si flexibilizar las restricciones aplicadas, ya que se espera la llegada de más agua, que desciende de las montañas y del deshielo pirenaico. Las tormentas que se producen en los Pirineos a partir de agosto también ayudan a combatir la falta de agua de los meses estivales. Sin embargo, estas se han ido reduciendo y, según las primeras previsiones, este año no parecen aumentar, lo que podría llevar a otra emergencia por sequía a principios de otoño.