Las taperías del Centro do Viño y la plaza de abastos no abrirán más

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El espacio gastronómico de la plaza de abastos, días después de su cierre en el 2019
El espacio gastronómico de la plaza de abastos, días después de su cierre en el 2019 ROI FERNÁNDEZ

Los últimos concursos quedaron desiertos y Tomé descarta licitar de nuevo ambas concesiones municipales

03 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni el espacio gastronómico de la plaza de abastos ni la tapería del Centro do Viño da Ribeira Sacra volverán a salir a concurso. El alcalde de Monforte, José Tomé, tiene clara la decisión, que se produce tras varios intentos fallidos de contratar la gestión de estos establecimientos de hostelería de titularidad municipal. «Non imos competir coa iniciativa privada», confirma Tomé. El local de la tapería del Centro do Viño quedará a disposición de la empresa que gestiona la vinoteca, la oficina de turismo y el museo dedicado a la Ribeira Sacra. También podrá ser utilizado, si así lo necesita, por el consejo regulador de la denominación de origen vitivinícola.

Por lo que respecta al espacio gastronómico de la plaza de abastos, situado en un anexo añadido tras la última reforma del edificio, el equipo de gobierno quiere que sirva de apoyo a la zona expositiva situada en la parte central, donde se celebran habitualmente mercados gastronómicos de temporada o relacionados con celebraciones locales como la Feira Medieval.

Sin necesidad de reformas

«Non imos licitar ningunha das dúas concesións porque non queremos competir coa actividade privada», subraya el alcalde, que avanzó en el último pleno esta decisión a los otros grupos municipales. El nuevo aprovechamiento de ambos locales, precisa ahora Tomé, será posible sin necesidad de realizar reformas en su distribución interior. «Téñense feito arranxos —explica— e non hai necesidade de que o seu novo aproveitamento supoña custes engadidos».

La tapería del Centro do Viño da Ribeira Sacra comenzó a funcionar en el 2009, con el nuevo aprovechamiento que se dio al edificio histórico del antiguo consistorio. El espacio gastronómico de la plaza de abastos, por su parte, echó a andar tres años después, cuando se dio por concluida la controvertida remodelación del inmueble. Ambos nacieron con la pretensión de ser locales de referencia para un turismo de calidad interesado por los vinos de la denominación de origen y los productos de kilómetro cero. Para dejar claro su concepto, las bases de las respectivas concesiones prohibían tener tele en los dos casos.

Este requisito se modificó en el 2016 ante los problemas que habían surgido para renovar uno delos contratos y los que amenazaban la continuidad del que seguía vigente. Tras el abandono de su primer titular, el siguiente adjudicatario del espacio gastronómico de la plaza de abastos lo dejó en mayo del 2019. La vigencia del contrato se había acabado y no estaba interesado en prorrogarlo. La tapería del Centro do Viño, por su parte, se mantuvo abierta hasta poco antes de la marcha de la anterior empresa gestora de los servicios de turismo. El hostelero que la atendía aprovechó la pandemia para echar el candado.

El anuncio de la apertura de la tapería del Centro do Viño da Ribeira Sacra no fue muy bien acogido en su día por los hosteleros monfortinos. Los profesionales del sector canalizaron su descontento a través de los partidos que estaban entonces en la oposición. El malestar fue a más cuando trascendió que la primera concesión —hace ahora quince años— no iba a ser por concurso abierto. La adjudicación recayó de forma directa en la escuela de hostelería de Sober.

Los concursos convocados a raíz del cierre tanto del espacio gastronómico de la plaza de abastos como de la tapería del Centro do Viño da Ribeira Sacra quedaron desiertos. Las licitaciones se ofertaron por separado hasta que a finales del 2019 se barajó una nueva fórmula. La idea era incluir ambos locales en un mismo lote, pero aunque se redactaron unas bases el contrato no llegó a salir.

En el caso del espacio gastronómico, varios partidos coincidieron entonces en la necesidad de buscarle otro tipo de aprovechamiento. Incluso hubo quien propuso ubicar allí la oficina del peregrino.

El alcalde considera que en el actual contexto de superávit en las cuentas municipales, y en vista del escaso interés por ambas concesiones, el Ayuntamiento puede permitirse mantener cerrados los dos locales. «Monforte xa ten unha oferta suficiente de negocios de hostalería», apunta Tomé. El precio anual de los contratos en las licitaciones que quedaron desiertas oscilaba entre 8.058 y 8.968 euros.