El arresto del viceministro de Defensa ruso por corrupción sacude los cimientos de la élite política de Moscú

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Timur Ivanov, con uniforme
Timur Ivanov, con uniforme Russian Defence Ministry | REUTERS

Timur Ivanov, acusado de recibir sobornos «a gran escala», fue detenido durante una reunión de altos cargos delante del ministro Serguéi Shoigú, de quien era su hombre de confianza

24 abr 2024 . Actualizado a las 16:59 h.

El arresto y confinamiento en prisión preventiva, por presunta corrupción, del viceministro de Defensa ruso, Timur Ivanov, considerado la mano derecha del titular de esa cartera, Serguéi Shoigú, sacudió este miércoles los cimientos de la política rusa en un momento crítico debido a la decisión de Washington de reanudar la ayuda militar a Kiev mientras las tropas en el frente avanzan no con la rapidez deseada por el presidente Vladimir Putin.

La detención de Ivanov, acompañada ya de otros arrestos que seguirán probablemente llenando el banquillo de los acusados, tuvo lugar en la víspera de las fiestas del 1 de mayo, de la toma de posesión de Putin y del desfile de la Victoria del 9 de mayo. La noticia cayó como una inesperada bomba para gran parte de la élite del país, muchos de cuyos representantes hacían ya las maletas para irse a la dacha o descansar unos días en el extranjero.

El tribunal de distrito de Basmanni de Moscú decidió este miércoles encerrar a Ivanov en prisión preventiva en la cárcel moscovita de Lefórtovo hasta el 23 de junio. Se le acusa de haber recibido sobornos «a gran escala» (apartado 6 del artículo 290 del Código Penal ruso), algo que él niega, pero que el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), según varios periódicos rusos, asegura tener documentado. Por ahora no se ha dado a conocer una cifra concreta. Precisamente fueron agentes del FSB, no las fuerzas del orden o la Policía Militar, quienes le detuvieron el martes por la tarde para llevarle al Comité de Instrucción y este miércoles ante el juez.

La investigación cree que el viceministro participó en una «conspiración criminal con participación de terceras personas durante la realización de trabajos por contrato y subcontrato para las necesidades del Ministerio de Defensa», informó en un comunicado el servicio de prensa conjunto de los tribunales. Junto a Ivanov fueron detenidos varios supuestos implicados en la transferencia de dinero a través de una «compleja cadena de intermediarios». Uno de ellos, Serguéi Borodín, amigo íntimo del viceministro, según la investigación, se sospecha que participó «en las actividades de un grupo criminal». Permanecerá también en detención preventiva durante dos meses.

Ivanov, de 48 años, llevaba en el cargo desde el 2016 y su principal cometido consistía en la adquisición de suministros militares y supervisión de la obras de construcción y reconstrucción de instalaciones castrenses dentro de Rusia y de los territorios ocupados en Ucrania. Figura, desde el 2022, cuando Putin desencadenó la ofensiva contra Ucrania, en la lista de sancionados de Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá.

Investigado por el equipo de Navalni

Aquel mismo año, el equipo del difunto opositor ruso Alexéi Navalni publicó una investigación en la que daba cuenta de las cuantiosas propiedades y finanzas de Ivanov y su ex esposa Svetlana y de cómo toda su familia pasó unas vacaciones en la Costa azul francesa organizando «fiestas caras, alquilando villas, comprando joyas y ropa de las principales marcas». Todo por valor de más de un millón de euros.

La periodista Farida Rustámova asegura en Telegram que Ivanov «es conocido como uno de los responsables de seguridad y defensa más acaudalados» de Rusia. Según sus datos, «quizá sea el imputado de mayor rango desde el comienzo de la guerra» en el país vecino. La revista Forbes también le sitúa entre las personas más ricas de Rusia. Al parecer, gran parte de los sobornos recibidos fueron gracias a concesiones de obras para la reconstrucción de la ciudad ucraniana de Mariúpol, actualmente bajo ocupación, que quedó prácticamente destruida al comienzo de la invasión.

Entre 1999 y el 2012, Ivanov trabajó en empresas del sector energético y después en el Gobierno de la región de Moscú. A partir del 2013 y hasta el 2016, fue director general del consorcio estatal Oboronstroi, constituido por 66 empresas, que Putin creó por decreto en el 2008 para la construcción de inmuebles e instalaciones destinadas a las Fuerzas Armadas rusas. El presidente ruso le nombró viceministro de Defensa en mayo del 2016. Ahora se enfrenta a una posible pena de 15 años de cárcel, si es reconocido culpable.

Arresto inesperado

El repentino e inesperado arresto de un hombre tan próximo a Shoigú, a quien Putin ha confiado el éxito de la llamada operación militar especial en Ucrania, abre sin duda una brecha dentro de la clase dirigente del país. Se da la circunstancia de que Ivanov fue detenido el martes durante una reunión de altos mandos que presidía Shoigú, que, según diversas informaciones de canales de Telegram, desconocía, no solo la decisión del arresto, sino también el hecho de que llevarían al arrestado al Comité de Instrucción delante de su propia cara.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no obstante, dijo este miércoles que Shoigú sí estaba al corriente de las pesquisas judiciales contra su viceministro. Peskov criticó las «especulaciones» de los medios de comunicación sobre las razones del arresto de Ivanov y sobre las consecuencias que ello pueda acarrear al sistema de poder en Rusia. Preguntado sobre si el viceministro arrestado es sospechoso de alta traición, el secretario de prensa de la Presidencia rusa afirmó que hay muchas especulaciones diferentes sobre todo esto. «Hay que centrarse en la información oficial de las autoridades investigadoras y, en última instancia, en la decisión que adopte el tribunal», concluyó.