La supresión de peajes reduce a 1,25 euros el viaje de Galicia a Oporto por autovía

mónica torres / brais suárez / m. rodríguez VALENÇA DO MINHO / LA VOZ

GALICIA

Peaje en la autovía de Verín - Chaves
Peaje en la autovía de Verín - Chaves Santi M. Amil

La repercusión por kilómetro en la A-28 pasará a ser de un solo céntimo a partir de enero, mientras que el coste de la autopista A-3 es ocho veces mayor. Circular de Verín a Viseu pasará de un peaje de 5,7 euros a la gratuidad

05 may 2024 . Actualizado a las 01:57 h.

Los conductores que circulen por la autovía lusa que llega desde la frontera gallega a Oporto solo pagarán un céntimo por kilómetro a partir del 1 de enero del 2025, siempre y cuando el Parlamento de Portugal ratifique la propuesta de ley que los socialistas sacaron adelante en la asamblea del jueves. El proyecto contempla la eliminación de dos de los cuatro peajes que jalonan la A-28, que discurre paralela a la costa y pasa por Viana do Castelo, Esposende, Póvoa de Varzim, Vila do Conde y Matosinhos, para desembocar en Oporto.

Este eje vertebrador de las comunicaciones con Galicia fue una vía sin coste para el usuario (scut) hasta el 2010. Los conductores que ahora pagan 2,40 euros por recorrer los 114 kilómetros que separan la raia de Oporto solo abonarán 1,25 desde enero, una vez que se supriman los dos primeros peajes, que son los trayectos desde Darque a Neiva y de Antas a Esposende. Portugal quiere reducir la brecha económica y social del norte luso y aplicará bonificaciones, mientras en Galicia el coste de los peajes continúa al alza. Solo habrá que abonar el último tramo, que son los 40 kilómetros que van desde Esposende a Oporto.

  

La alternativa a la A-28 es la autopista que une Valença con la segunda ciudad más grande de Portugal desde hace un cuarto de siglo. Es la A-3, una conexión directa pero cuya repercusión por kilómetro es ocho veces mayor. Quienes optan por la autopista deben abonar 9,75 euros (19,50 euros ida y vuelta). La manera de evitar ambos desembolsos es circular por la Nacional 3, pero se trata de una carretera obsoleta para el tráfico que soporta y en la que los tiempos de viaje se triplican.

La eliminación de los peajes de la A-28 calma los ánimos en el norte luso, en pie de guerra desde que Portugal le puso precio al uso de las autovías y más aún desde que la dejó fuera de la lista de vías bonificadas con la que arrancó el año. «Se hace justicia. Es un hito para el norte de Portugal, pero también para Galicia porque trabajamos juntos», señaló a La Voz Luis Ceia, presidente de la Confederación Empresarial do Alto Miño. Ceia recordó que representan a cerca de cinco mil empresas que emplean a más de 19.000 trabajadores, «un 20 % de ellos gallegos». «Es una gesta social que permitirá hacer más competitivo el Alto Miño», destacó. Desaparecerán los dos peajes de Viana, «y para nosotros es muy importante que también los gallegos puedan circular gratis por la A-28 hasta Esposende», dice.

La conexión a Verín-Viseu será gratuita

m. r.

La raia fronteriza entre Ourense y Portugal es aún real si se decide circular por vías de alta capacidad entre ambos países. Desde Verín hasta la frontera portuguesa, la A-75 concede casi doce kilómetros de circulación gratuita, si bien el estado del firme podría ser mejorable. Al entrar en Portugal, la calzada se convierte en la A-24, autovía de telepeaje electrónico que termina en Viseu. Atraviesa la región de Tras-Os-Montes y el espectacular paisaje del Alto Douro Vinhateiro, a lo largo de 160 kilómetros. Es la forma más rápida y segura de salvar esa distancia y llegar al centro de Portugal. El recorrido se hace en menos de dos horas y el coste total del peaje o portagem, sumando los pórticos de cada tramo, es de 5,7 euros, aunque pasará a ser gratuito.

Si no se dispone de telepeaje, habrá que asociar la matrícula a la tarjeta de crédito a través del sistema de pago Easytoll. Iniciando ruta en Vila Verde da Raia hay que salirse en el Wellcome Point para vehículos extranjeros en Chaves. Tiene un coste administrativo de 60 céntimos. Uno de los trayectos más frecuentes, de Verín a Chaves (28 kilómetros), cuesta 35 céntimos.

El Gobierno luso habla de conspiración entre partidos, y el norte del país lo celebra

Tras aprobarse la eliminación de los peajes entre la frontera de Caminha y Esposende, en la A-28, el alcalde de Viana do Castelo, Luís Nobre, dijo a la prensa local que se hace «justicia en la cohesión territorial del país y se favorece la movilidad, la economía y el turismo de las regiones de baja intensidad, como es el caso de Baixo Minho», y añadió que así se contribuye «a la normal y natural relación con la vecina Galicia». La medida, que afecta a otras seis vías de alta capacidad de zonas interiores, fue muy celebrada por representantes políticos regionales.

Según fuentes consultadas de Infraestructuras de Portugal, la compañía pública que administra las carreteras, «todavía es muy pronto para decir cuándo será implementada la medida y de qué forma. En este momento, la decisión es a nivel político», advierten, porque todavía debe haber una segunda votación en el Parlamento tras la discusión de cada uno de los aspectos de la iniciativa aprobada el jueves. «Algunos puntos podrían alterarse, como la lista de carreteras o peajes eliminados», explican.

Lo que sí está claro es que, estando marcada la entrada en vigor de la norma a inicios del 2025, el Gobierno no podrá aplicar la conocida como Lei-Travão (freno), destinada a bloquear leyes que no tengan cabida en los presupuestos de este año.

De confirmarse, el alcance práctico está fuera de toda duda, pero los ecos políticos resuenan con fuerza. La eliminación de los peajes de las antiguas scut (sin coste para el usuario) es una exigencia unánime de los portugueses, que ven injusto seguir pagando estos peajes electrónicos, implantados durante la crisis financiera. Era una propuesta de todos los partidos, pero llegó bajo distintas iniciativas al Parlamento. Con ella, no solo se pretende restablecer su naturaleza gratuita, sino integrar determinadas regiones que carecen de transportes públicos o de carreteras seguras, rápidas y sin peaje. Goza, por tanto, de mucho predicamento en el rural, importante caladero de votos para Chega.

Los populistas se habían alineado inicialmente con el Gobierno, al que proponía un calendario de seis años para acabar con los peajes, empezando este año con un descuento general del 15 % y del 25 % en el Algarve y zonas interiores. Por su parte, el Gobierno proponía una reducción ambiciosa, pero «gradual y responsable», sin definir plazos concretos. La falta de un acuerdo con el Gobierno llevó a Chega a alinearse con los socialistas, que ya contaban con los apoyos de toda la izquierda (Bloco de Esquerda, comunistas, Livre y PAN). Cambió la orientación de su voto poco antes de la sesión, que fue un todos contra todos.

El Gobierno destacó los efectos de una coalición que definió como negativa: «Chega no sale de su sitio, el populismo; es el PS quien sale de su sitio y se mete en el populismo», dijo, a la vez que denunció una «conspiración» entre todos los partidos.