Xavi Hernández rectifica y cumplirá su año de contrato con el Barcelona

Daniel Panero COLPISA

DEPORTES

Xavi Hernández, durante un encuentro de Liga de Campeones
Xavi Hernández, durante un encuentro de Liga de Campeones Alejandro García

El cambio de opinión del técnico azulgrana y la ausencia de otros candidatos para sustituirlo precipitan su continuidad hasta el año 2025

24 abr 2024 . Actualizado a las 22:07 h.

La continuidad de Xavi Hernández en el Barcelona ya es una realidad. Tras una semana en la que los culés dijeron adiós de forma definitiva a la Liga de Campeones y de modo virtual a la Liga, el club azulgrana se ha puesto manos a la obra para la planificación de la próxima temporada y la primera tarea resuelta tiene que ver con el banquillo.

El técnico catalán cambió de opinión definitivamente y optó por la continuidad en el cargo hasta el 2025, cuando concluye su contrato, pues sigue creyendo en el proyecto. Así las cosas, las reuniones del miércoles, primero con Deco y luego, también el director deportivo, con Joan Laporta en el domicilio del mandatario, en presencia de Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, y Alejandro Echevarría, hombre de confianza para Laporta, supusieron la fumata blanca.

Donde dije digo, digo Diego. Así de simple. Con este dicho popular se resume el cambio de postura de Xavi Hernández en los últimos días. Del «me marcho el 30 de junio» y del «creo que es una situación de sentido común, de pensar en el club más que en mí», se pasó a la posibilidad del acuerdo entre las dos partes para que el proyecto siga adelante.

Y es que Xavi ya no tenía tan clara su postura de decir adiós al Barcelona, y buena parte de culpa en ese giro de los acontecimientos la tiene el cambio de dinámica que el equipo había experimentado en los últimos meses.

Xavi ha ido, semana a semana, convenciéndose de que había mimbres en el proyecto para que las cosas fueran a mejor en un futuro. Ese famoso «estamos en construcción» no era un mantra para un técnico que cree ciegamente en que se están sentando las bases para el futuro del club. Así lo piensa y así se lo ha hecho saber en más de una ocasión a Joan Laporta. Esa es la principal causa por la que Xavi se echó atrás en su decisión.

Su decisión enviaba la pelota directamente al tejado de Laporta. El máximo mandatario azulgrana no dudó en ningún momento de que Xavi es el entrenador idóneo, pero no estaba dispuesto a extender un cheque en blanco ni a ceder a todas las exigencias del técnico.

Xavi ya pidió el pasado verano jugadores que estaban muy por encima de las posibilidades económicas que en este momento tiene el club, como Martín Zubimendi, Bernardo Silva o Joshua Kimmich, y era consciente de que esa era una barrera roja para el acuerdo.

Ahora deberá adaptarse a la coyuntura económica que en este momento atraviesan los azulgranas. El problema no fue que no fichasen lo que Xavi pedía, sino que contrataron a jugadores como João Félix que no entraban en sus planes pero que convenían para favorecer las relaciones entre el club azulgrana y el superagente Jorge Mendes y cerrar la contratación del también portugués Cancelo. A la reunión entre ambas partes accedió Xavi después de haberse encontrado con Deco para hacer una planificación de la próxima temporada.

El director deportivo culé quería conocer de primera mano las impresiones de Xavi, qué le llevó a cambiar de opinión y saber cuáles son los puntos a mejorar, así como algunas de las exigencias que arrojaron luz verde sobre el nuevo acuerdo.

La apuesta por la cantera

Laporta está convencido de que Xavi es el técnico ideal para el proyecto por varios motivos. Es una leyenda del club, tiene ADN azulgrana y ha apostado en todo momento por los jóvenes valores de la cantera.

Ese es su argumentario. Pero no todas las voces dentro de la junta directiva estaban en esa misma corriente. Xavi generaba división de opiniones en la cúpula azulgrana aunque finalmente se impuso la apuesta por su continuidad como primer paso del rumbo que la entidad debe tomar para la próxima campaña.

Xavi tenía una carta de deseos para el presidente, pero el dirigente también manejaba la suya en cuanto a las pautas al entrenador del Barcelona. Laporta considera fundamental que el Barcelona asegure la segunda plaza que certifica la participación en la próxima Supercopa de España y cree que para lograr este objetivo se antoja fundamental la tranquilidad de tener resuelto el futuro del entrenador.

Con la primera gran decisión para el proyecto de la próxima temporada sobre la mesa, ahora el siguiente paso consiste en mantener en la plantilla a jóvenes con gran cartel, pilares incuestionables del futuro azulgrana, sobre todo a Lamine Yamal, objeto del deseo de Luis Enrique para el Paris Saint-Germain.